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MOSTOLES: 2 de mayo de 1808

by picollo-72     Spain > Comunidad de Madrid > Madrid

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N 40° 18.577' W 003° 51.840' (WGS84)

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Status: Archived
 Time required: 0:05 h 
 Hidden on: 10 December 2009
 Listed since: 13 December 2010
 Last update: 20 February 2012
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Description    Español (Spanish)




EL BANDO DE MOSTOLES

En la tarde de aquel terrible 2 de mayo, se encontraron en la villa de Móstoles, Juan Pérez Villamil –que entonces ocupaba los altos cargos de Auditor General y secretario del Consejo del Almirantazgo y fiscal togado del Consejo de Guerra- y Esteban Fernández de León -ex Intendente del Ejército y Superintendente de todas Rentas en el distrito de la Real Audiencia y Capitanía General de Caracas-. Este último acababa de llegar de un Madrid en plena batalla y ambos se reunieron con los dos alcaldes ordinarios de la localidad, Andrés Torrejón y Simón Hernández, y les persuadieron para que firmasen una circular (conocida por la historiografía como Bando de Independencia), redactada por Villamil y dirigida a las autoridades de las poblaciones por las que habría de pasar, en la que se alertaba de lo ocurrido en Madrid, llamando al socorro armado de la capital y a la insurrección contra el invasor francés. Ambos alcaldes la rubricaron, como autoridades locales que eran, posiblemente ante el escribano del ayuntamiento, Manuel de Valle, para que el documento tuviera validez legal. El escrito decía así:

Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mi el alcalde ordinario de la villa de Mostoles. Es notorio que los franceses apostados en las cercanias de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid esta corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armandonos contra unos perfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las mas activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demas pueblos, y alentando a esto, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son. Dios guarde a vuestras mercedes muchos años. Mostoles, dos de Mayo de mil ochocientos ocho. Andres Torrejon Simon Hernandez



Cabe señalar que los alcaldes de Móstoles fueron llamados por Murat ante su presencia y hechos prisioneros, tiempo después del 2 de mayo, ante la noticia de la reacción que su bando había provocado en Extremadura y Andalucía. Fueron acusados y condenados a pena capital, aunque éstos se defendieron desentendiéndose de la responsabilidad de la circular y cargándosela a un hombre, no conocido, que se aparecio con tropa en Mostoles la tarde del 2 de mayo, refiriéndose seguramente a Esteban Fernández de León, quien les habría obligado a firmarla; gracias a este argumento y al pago de una cuantiosa fianza –más de 30.000 reales- los mostoleños se libraron de ser ejecutados .



El mito popular y la trascendencia real del bando de Móstoles 

Hemos de llamar la atención sobre que los sucesos ocurridos en Móstoles el 2 de mayo de 1808, la forma en que se gestó y difundió el Bando de Independencia y las responsabilidades sobre el mismo, no han podido ser conocidos con rigor hasta tiempos recientes, formándose versiones incorrectas que han quedado plasmadas durante dos siglos en las crónicas y libros de Historia.

Poco después del 2 de mayo se difundió por todo el país el rumor de que la célebre proclama despachada en Móstoles no iba firmada por los dos alcaldes, sino por uno solo, lo que originó un mito popular que atribuía el mérito de escribir el bando, firmarlo y enviarlo a un alcalde en singular. La tradición oral mostoleña, que se nutría de fabulaciones y rumores confusos, otorgó dicho mérito en exclusiva, ya a finales del siglo XIX, al alcalde Andrés Torrejón, lo que hizo que la historiografía general de España y la iconografía popular le tuvieran durante muchas décadas por el protagonista indiscutible de la gesta heroica del Dos de mayo de 1808 en Móstoles y le elevase a la tribuna de héroes nacionales. De un plumazo, desapareció de la exégesis de aquel episodio Esteban Fernández de León –quien, precisamente, fue el que nos legó el relato verdadero de lo que sucedió aquel aciago día en Móstoles y posteriores-; Villamil quedó relegado a un segundo plano, al papel de mero inspirador de la idea de difundir la noticia de la masacre de Madrid –aún cuando en realidad fue el autor intelectual y material del bando-; y el otro alcalde, Simón Hernández, también fue relegado a un papel irrisorio: el de simple testigo. Asimismo, la tradición también atribuyó méritos a quien posiblemente no los tuvo: el de portar la misiva camino de Badajoz al postillón mostoleño Antonio Hernández, hijo del alcalde Simón –aunque sí pudo acompañar a Pedro Serrano, como postillón que era, hasta la casa de postas de Navalcarnero-; el de presenciar la firma del bando, como escribano del ayuntamiento, a Estanislao Ovejero –aún cuando de hacerlo alguno debió de ser su colega de oficio, Manuel de Valle-; y el de ser portador de la noticia de la asonada de Madrid al sacerdote natural de la localidad, Fausto Fraile –aunque esto último no se puede descartar al no haberse podido corroborar ni desmentir-.

Esta versión, en la que además se situaba la acción de los hechos en una reunión del vecindario mostoleño en concejo abierto, exaltado por la masacre cometida contra sus paisanos madrileños, y por tanto deseoso de acudir en su auxilio, tuvo gran difusión gracias a la obra de teatro compuesta por el escritor Juan Ocaña Prados, El grito de Independencia o Móstoles en 1808, y que fue estrenada en 1883; dicho drama recogía la exégesis de los hechos que en aquel momento se había popularizado en un Móstoles que desconocía lo que realmente pasó el 2 de mayo de 1808 en su suelo. No es descartable que algunos mostoleños se reuniesen alborotados aquel día y hubiese partidarios de acudir al socorro de Madrid, pero esto no debió de influir en la redacción y difusión del Bando de Independencia, que debió de suceder en un entorno más discreto, en una reunión cerrada en la que participarían Villamil, Fernández de León con sus acompañantes, los alcaldes y el escribano mostoleños. De hecho, la confusión sobre el protagonismo exclusivo de Andrés Torrejón y la incorrecta asignación de méritos y responsabilidades sobre el parte, es prueba de que el vecindario mostoleño no debió de ver con sus propios ojos cómo este era escrito, firmado y cómo salía de la villa rumbo a Extremadura. Tampoco debió de tener noticias del posterior proceso judicial a los alcaldes o a qué se debió éste.

Por fortuna, investigaciones novedosas han ido arrojando luz en el siglo XX al asunto, pudiéndose reconstruir con rigor lo que realmente ocurrió el 2 de mayo de 1808 en Móstoles. También se ha descubierto el verdadero contenido del Bando de Independencia, pues hasta 1908 la versión oficial aseveraba que el parte decía: La patria está en peligro. Madrid perece víctima de la perfidia francesa. Españoles, acudid a salvarle. Mayo 2 de 1808. El Alcalde de Móstoles. Aún hoy esta proclama apócrifa, sucinta y falsa sigue difundiéndose, por inercia y tradición, en crónicas y textos sobre la Historia española, aunque sabemos que no es la que partió de Móstoles. Fue publicada por primera vez, que sepamos, en una obra del político liberal asturiano Álvaro Flórez Estrada, Introducción para la Historia de la revolución de España, publicada en Londres en 1810. Cabe plantear las siguientes posibilidades: o bien era una proclama apócrifa escrita por alguien que, anónimamente, la difundió con el seudónimo El Alcalde de Móstoles (están documentadas varias cartas y proclamas rubricadas con ese alias), quizá pretendiendo que los hechos del Dos de Mayo en Madrid tuvieran mayor difusión aún; bien fue improvisada por Esteban Fernández de León -estante, primero en Sevilla, como Contador General de las Américas y Ministro del Consejo de España e Indias, entre mediados de 1809 y comienzos de 1810, y después en Cádiz como consejero de Estado; coincidiendo seguramente con Flórez Estrada-, intentando rememorar el bando que escribió Villamil tres años antes, y que no recordaría en su literalidad; bien que alguna de las autoridades extremeñas y andaluzas, de las que tuvieron el bando en sus manos en los días posteriores al 2 de mayo de 1808, fuese quien reconstruyese con sus vagos recuerdos el texto del célebre parte, dando a conocer esta versión a la opinión pública; o bien fue una proclama inventada por algún escritor o ilustrado, pues en aquel momento, al institucionalizar el gobierno instituido en nombre de Fernando VII –la Junta Suprema Central primero, el Consejo de Regencia después y la Regencia del Reino por último- el mito del Dos de mayo de 1808 con la celebración de su aniversario en 1809, proliferaron las composiciones líricas, odas y canciones dedicadas a exaltar la gesta de los héroes madrileños, inventando algunos detalles que se tomaron como veraces. Esta proclama apócrifa, debido a su brevedad y el dramatismo que desprende, fue tomada por la auténtica por la sociedad y la historiografía española durante mucho tiempo.


La tradición y la mitología popular han revestido a los alcaldes de un patriotismo y una valentía exagerados. Han sido tildados de paladines de la libertad, de héroes, y de todos aquellos adjetivos posibles para definir lo que se espera de unos personajes históricos cuyo bando provocó el levantamiento de Extremadura y Andalucía contra los franceses. Sin embargo, con la documentación que nos ha llegado a la actualidad y un análisis objetivo y riguroso de hechos y las pruebas existentes, no parece otra cosa que ambos alcaldes fueron instrumentos de Villamil y Fernández de León en sus planes para asegurar la continuidad de la Corona española en la dinastía Borbón, y por tanto en ningún caso promotores ni responsables del bando. Además, su ardiente patriotismo se desmiente al conocer cómo se desentendieron de la responsabilidad de la proclama cuando fueron llevados presos ante Murat y amenazados con pena de muerte, por sediciosos.


A pesar de estos matices y aclaraciones, se ha de reconocer el mérito a los personajes del Dos de Mayo en Móstoles El bando de los alcaldes de Móstoles -que ellos firmaron voluntariamente y suponemos que plenamente conscientes de los riesgos que conllevaba rubricarlo- acabaría siendo el detonante que puso en marcha una rapidísima difusión de las noticias de lo acaecido en Madrid y por tanto la chispa que encendió la mecha que acabaría por hacer estallar la Guerra de la Independencia. Ello constituye su principal aportación en términos históricos, pues actuó como instigador, de hecho, de una reacción creciente frente a Francia; ello, con independencia de su intencionalidad o de que fuera la casualidad la que hizo que partiera de Móstoles. El bando se convirtió, de facto, en el transmisor de la información que permitiría a las autoridades iniciar la organización de tropas, tanto regulares como de milicianos voluntarios, dispuestas a ir a Madrid y colaborar en la defensa del país. Sin la acción de Fernández de León, Villamil, los alcaldes mostoleños y Pedro Serrano, el 2 de mayo madrileño seguramente hubiese acabado siendo otro motín, sin mayor trascendencia, puesto que había sido reprimido en apenas unas horas por las autoridades franco-españolas. Por tanto, la responsabilidad real de los alcaldes fue la de secundar la proposición de Fernández de León y Villamil, lo cual también es meritorio teniendo en cuenta la enorme responsabilidad con la que cargaron –pudiendo sufrir represalias por parte de las autoridades militares francesas-, la reacción inmediata que provocaría la proclama del aristócrata y su trascendencia histórica posterior. De hecho, este episodio es el más conocido de la Historia de Móstoles y por tanto el más difundido, exaltado y glorificado, por su repercusión directa en el devenir de la Historia contemporánea española.

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Note 20 February 2012 mic@ wrote a note

Dieser Cache ist auf geocaching.com archiviert und hier nicht mit dem Attribut "OC only" versehen. Das letzte Funddatum liegt lange zurück und die Logs bei geocaching.com lassen darauf schließen, das der Cache nicht mehr existiert. Aus diesem Grunde archiviere ich ihn auch hier. Sollten sich später neue Aspekte ergeben und der Cache wieder aktiviert werden, so kann dies durch den Owner selbstständig über die Funktion "Cache bearbeiten" erfolgen.

mic@ (OC-Guide)

Found 26 February 2011 El Botas de GEA found the geocache

 

Encontrado en compañía de Pitu y Churro.

GPEC/NDNS.

 

Found 26 February 2011 Pitufina found the geocache

 

Encontrado en compañía de Churro y , como de costumbre, de nuestro querido e inseparable Botas.

GPEC/NDNS.

Pitu.

 

Found 26 February 2011 Churro found the geocache

 

Encontrado en compañía  de Pitu y de nuestro querido e inseparable Botas.

GPEC/NDNS.

Churro.